La película comienza con un conductor que se da a la fuga y su cómplice herido, vestidos de payasos, huyendo de la policía estadounidense hacia la frontera mexicana. El conductor se estrella contra la valla fronteriza y es detenido por los corruptos policías mexicanos Vásquez y Romero. Cuando encuentran más de 2 millones de dólares en el asiento trasero del coche, lo encarcelan en la prisión de El Pueblito bajo cargos falsos, se quedan con el dinero y incineran a su cómplice muerto. Al ser uno de los únicos estadounidenses encarcelados allí, el conductor pasa a ser conocido como "el Gringo". El Pueblito resulta sorprendente, pues funciona más como un pequeño gueto que como una prisión. El Gringo se las arregla rápidamente para entender la jerarquía criminal de la prisión y se dedica a cometer pequeños robos y atracos en algunos de los negocios de menor reputación de la prisión. Uno de estos robos es presenciado por un niño sin nombre (Kevin Balmore) que vive con su madre encarcelada y es protegido por los delincuentes de la prisión. Curioso, el Gringo le presiona para que le explique por qué los delincuentes le protegen, pero el Chico se niega.

Más tarde, el Gringo impide que Kid lleve a cabo un infausto intento de asesinato de Javi, líder de la familia criminal que dirige El Pueblito. Tras una discusión, se entera de por qué Kid está protegido: Javi tiene un hígado enfermo y Kid es el único compatible viable; Javi ya ha matado al padre de Kid y le ha quitado el hígado. El Gringo jura impedir el trasplante y ayudar a matar a Javi. Mientras tanto, el Gringo atrae la atención de un empleado del Consulado de los Estados Unidos, que lo identifica fácilmente como un criminal de carrera. Despreocupados, el Gringo y Kid trabajan para acabar con Javi, y el Gringo se acerca a la madre de Kid. El Gringo se congracia con Javi salvando al hermano de éste, Caracas, y revelando el dinero robado por Vásquez y Romero. Los matones que trabajan para el jefe criminal Frank Fowler, a quien el Gringo robó el dinero, han localizado a Vásquez y Romero. Los matones están torturando a los policías para encontrar la ubicación de otros dos millones de dólares que faltan. Los hombres de Javi aparecen, matan a todos y se llevan el dinero, enfureciendo a Fowler, que conoce a Javi. Con la ayuda del empleado del consulado, Fowler envía asesinos a El Pueblito para matar a Javi y al Gringo.

El tiroteo resultante hace que las autoridades mexicanas planeen una redada en la prisión. Sabiendo que el tiempo es escaso, Javi contrata al Gringo para que mate a Fowler y organiza una operación de trasplante inmediata. En EE.UU., el Gringo, ya fuera de la cárcel, atrae a Fowler para que salga de su escondite organizando una reunión entre él y el magnate naviero Thomas Kaufmann. El Gringo se hace pasar por su ex socio, Reginald T. Barnes, que le había traicionado, y organiza un encuentro entre Kaufmann y Fowler, durante el cual mata a Fowler. Cuando el Gringo localiza al empleado del Consulado, se entera de la inminente operación de trasplante y se apresura a salvar a Kid, que ha intentado sin éxito apuñalarse en el hígado. Utilizando las credenciales del empleado del Consulado, el Gringo entra en la prisión durante su asalto e interrumpe la operación de trasplante de hígado de Javi. Amenazando con matar a Javi, el Gringo obliga a Caracas a recuperar a la madre de Kid, a quien Javi ha torturado. Caracas regresa con dos matones, pero el Gringo los mata a ambos. Una enfermera ayuda al Gringo fingiendo que lo ha capturado. Cuando Caracas se relaja, el Gringo le dispara. Se apoderan del dinero y la enfermera les ayuda a escapar de la prisión en una ambulancia. En el epílogo, el Gringo recupera los 2 millones de dólares adicionales que faltan escondidos en el coche de la fuga que se encuentra en el aparcamiento, y el Gringo, el Chico y su madre se retiran a una playa idílica. Kaufmann contrata a dos matones que se vengan del verdadero Reginald Barnes, matándolo.