Valentine Dussaut (Irene Jacob) es una estudiante de la Universidad de Ginebra y trabaja como modelo a tiempo parcial. Llama con frecuencia a su posesivo novio, que está en el extranjero, y planea reunirse con él en Londres. Para su trabajo de modelo, posa para una campaña publicitaria de chicles y se selecciona una foto suya mostrando emociones tristes. Mientras vuelve a casa, Auguste (Jean-Pierre Lorit), un estudiante de derecho vecino de Valentine, deja caer sus libros de texto y uno de ellos se abre en un capítulo concreto del Código Penal, que anota. De vuelta a su apartamento, Valentine atropella y hiere accidentalmente a una perra malinois llamada Rita. Localiza al dueño, un juez jubilado, Joseph Kern (Jean-Louis Trintignant), pero éste parece despreocupado y Valentine se queda con el perro. Valentine lleva a Rita al veterinario, donde se entera de que la perra está embarazada. La joven supera las insinuaciones sexuales del fotógrafo de la empresa publicitaria. Más tarde, un remitente anónimo le entrega dinero en su apartamento.

Al día siguiente, Rita sale a pasear y lleva a Valentine a casa de Kern. Éste le dice que se quede con el perro después de confirmar que ha enviado el dinero para los gastos. Le da a Kern un cambio extra después de cubrir los gastos del veterinario. Valentine descubre entonces que Kern está escuchando la conversación telefónica de un vecino con su amante. Intenta transmitirle su preocupación por el respeto a la intimidad de su vecino. Pero el juez reta a Valentine a revelar las escuchas al vecino. Ella va a hacerlo, pero se horroriza al ver a la joven hija del hombre en la extensión telefónica, escuchando la misma conversación. A su regreso, Kern le dice que sus acciones de contar o no contar, y de espiar o no espiar no suponen ninguna diferencia en el resultado final de las vidas de otras personas. A medida que avanza la conversación, Valentine revela que su hermano fue engendrado por alguien distinto a su padre biológico. Antes de irse, Valentine también escucha una conversación entre Auguste y su novia, Karin (Frederique Feder), a la que no conoce. Auguste aprueba su examen para convertirse en juez y atribuye su éxito al libro de texto abandonado.

Esa noche, Kern escribe una serie de cartas a sus vecinos y al tribunal confesando sus actividades de espionaje, y la comunidad presenta una demanda colectiva. Más tarde, en los juzgados, Kern ve a Karin coqueteando con otro hombre. Cuando Valentine se enfrenta a Kern, éste le dice que fue su sentimiento de disgusto lo que le impulsó a confesar. Discuten sobre la naturaleza del altruismo cuando Kern cuenta un caso en el que absolvió por error a un marinero, sólo para verlo vivir una vida libre de delitos. Valentine le pregunta si alguna vez ha amado o ha sido amado. Kern evade la pregunta y en su lugar habla de un sueño que tuvo la noche anterior en el que Valentine tenía 40 o 50 años viviendo una vida muy feliz.

Auguste no ha podido ponerse en contacto con Karin por teléfono desde su graduación, así que se dirige a su piso y sube al edificio. A través de la ventana, la ve teniendo sexo con otro hombre y se va. Se desquita con su perro y en un momento dado lo abandona en una farola. Kern llama al servicio meteorológico de Karin y le pregunta por el tiempo para el Canal de la Mancha, que predice que estará despejado. Ella se alegra, ya que pronto navegará hasta allí con su nuevo novio, propietario de un yate.

El día antes de que Valentine parta hacia Inglaterra, invita a Kern a su desfile de moda. Se avecina un tiempo tormentoso y Kern parece intuir que Valentine pronto estará en peligro por ello. Tras el desfile, ambos toman un café en el teatro y su conversación vuelve a girar en torno a la condenada vida amorosa de Kern. Su historia revela ecos de la vida reciente de Auguste, incluyendo la infidelidad y el libro de texto abandonado. Dice que la chica que amaba murió en un accidente después de que él la siguiera a través del Canal de la Mancha y que su último caso como juez lo enfrentó al amante de su ex novia. Casualmente, el primer caso de Auguste como juez es el juicio de Kern. Kern le cuenta a Valentine con más detalle el sueño que tuvo con ella. En el sueño, ella tiene 50 años y es feliz y está con un hombre al que ama. Mientras se despiden, Kern y Valentine planean volver a verse dentro de tres semanas, cuando Kern le regale uno de los cachorros de Rita.

Finalmente, Valentine embarca en el ferry hacia Inglaterra. Auguste también sube al ferry, reunido con su perro. Kern está atendiendo a los cachorros cuando se entera de que una tormenta ha azotado el Canal de la Mancha y tanto el ferry como el yate se han hundido. Viendo la cobertura televisiva del incidente, se descubre que sólo siete supervivientes son sacados del ferry: un camarero, Julie y Olivier de Azul, Karol y Dominique de Blanco, Auguste (sin su perro) y, finalmente, Valentine. Kern se siente aliviado al ver la noticia y se asoma a su ventana rota. La imagen final es un fotograma televisivo de Valentine que reproduce el cartel publicitario, pero con una emoción real en su rostro.