Yakov Ronen se esfuerza por adaptarse a la sociedad mayoritaria tras abandonar su comunidad judía ortodoxa. Yakov también sufre un trauma emocional derivado de la muerte de su hermano pequeño Burech, a quien Yakov no protegió de los duros antisemitas de la calle antes de ser atropellado por un coche.

El antiguo rabino de Yakov, Reb Shulem, contrata a Yakov como shomer de última hora. Aunque Yakov sólo necesita el dinero para el alquiler, Shulem espera que la experiencia de rezar con un cadáver durante la noche haga que Yakov recupere su fe. Shulem identifica al difunto como Rubin Litvak, un solitario superviviente del Holocausto cuya viuda sufre demencia. Shulem añade que el anterior sholem huyó de la residencia de Litvak sin dar explicaciones.

Durante su vigilia sobre el cuerpo del Sr. Litvak, visiones inquietantes perturban repetidamente a Yakov, al igual que conversaciones crípticas con la Sra. Litvak. Yakov encuentra un vídeo del Sr. Litvak en el que éste habla de un demonio llamado Mazzik. En el vídeo, el Sr. Litvak explica que su dolor personal despertó al demonio y que la única forma de escapar de él es quemar el verdadero rostro de Mazzik antes del amanecer de la primera noche en que aparezca, pues de lo contrario nunca se irá. Aunque es demasiado tarde para liberarse, el Sr. Litvak advierte que Mazzik encontrará a otra persona rota y encadenada a un terrible dolor y consumirá también el alma de ese huésped. Yakov se aleja de una visión del demonio que le agarra desde la oscuridad.

Yakov aparentemente habla con su psiquiatra, el Dr. Kohlberg, por teléfono. Yakov se da cuenta de que está hablando con Mazzik cuando el verdadero Dr. Kohlberg llama por una segunda línea. La voz de Mazzik se convierte en la de Burech para preguntar a Yakov: "¿Por qué me dejaste morir?".

La señora Litvak advierte que, al igual que ella y su marido, el demonio no dejará que Yakov salga de la casa. Yakov intenta marcharse, pero un dolor atroz le obliga a regresar. Una visión de Mazzik hace que Yakov caiga por las escaleras exteriores y quede inconsciente.

Después de otro flashback de la muerte de su hermano, Yakov se despierta de nuevo en la casa y encuentra que el cuerpo ha desaparecido, pero su cubierta sigue en la tarima. Yakov se pone en contacto con su interés romántico, Sarah, para contarle lo que está sucediendo. Sarah se burla inesperadamente de Yakov sobre su hermano antes de que las manos de Mazzik la agarren y la llamada termine.

Un cuerpo parece levantarse bajo la sábana. Yakov lo abraza entre lágrimas como si fuera su hermano. La forma bajo la sábana se desvanece.

Yakov sube las escaleras. La señora Litvak le dice a Yakov que su marido está al final del pasillo. Yakov renueva su fe mientras se viste con el material de oración tradicional judío. Llevando una vela, Yakov se enfrenta a Mazzik. La cabeza del demonio se da la vuelta para revelar la cara de Yakov. Yakov lo quema.

Al amanecer, el cadáver del Sr. Litvak se convulsiona bajo la sábana. Un flashback muestra a un soldado de las SS obligando al Sr. Litvak a ejecutar a un compañero del campo de concentración. En el presente, Yakov reza sobre el cuerpo y le ruega a Mazzik que deje ir al Sr. Litvak. Las convulsiones disminuyen.

La señora Litvak sale de la casa para dar un paseo. Cuando el rabino Shulem llega con los hombres de la funeraria, le pregunta si Yakov ha tenido algún problema. Yakov dice que no. Shulem invita a Iakov a las oraciones de la mañana, pero Iakov le dice que "hoy no". Mientras se aleja de la casa, Yakov envía un mensaje de texto a Sarah para concertar una cita para tomar un café.