Se muestran imágenes de experimentos con animales, seguidas de un vídeo de un hombre desmembrando un cuerpo femenino en una bañera. Se da a entender que el hombre se masturba después de que el cadáver haya sido suficientemente mutilado. A continuación, alguien navega y hace clic en el enlace de "Snuff Fantasy". Imágenes de animales y personas (en su mayoría mujeres) siendo torturadas y asesinadas abarrotan la pantalla, seguidas de un vídeo de la vida real de un cerdo siendo apuñalado en la garganta, chillando y desangrándose. Un crítico pregunta "¿Hasta qué punto estás dispuesto a mirar? En otras palabras, ¿qué quieres ver?". Se muestra a una mujer atada por las muñecas a la espalda, fuertemente amordazada, descalza y llorando en sujetador y bragas (Víctima 102) en un baño. Consigue sacarse la mordaza de la boca, se levanta y mueve la cortina de la ducha. A continuación, grita ante lo que ve.

La película retrocede una semana (en blanco y negro) y muestra a una periodista (también conocida como Víctima 102, interpretada por Yamila Greco) haciendo sus rutinas matutinas y viendo un noticiero sobre un asesino en serie de trabajadoras sexuales recientemente capturado. Esto inspira a la periodista a escribir sobre la propia violencia. La reportera accede a los sitios web pornográficos y de choque frecuentados por el asesino (quedando muy perturbada por su contenido) y entrevista a un crítico de cine y autor (Eduardo Poli), que discute temas como la misoginia, los fetiches, los nuevos medios de comunicación, la moral, la pornografía, el snuff y el valor de la vida humana. La investigación de la reportera va acompañada de escenas en las que ella y otras dos mujeres (una trabajadora sexual embarazada y una estrella del porno) son filmadas mientras son torturadas por un hombre enmascarado (interpretado por Rodrigo Bianco) que etiqueta a sus cautivas como 100, 101 y 102.

La mujer embarazada (Víctima 100, interpretada por Andrea Alfonso) es la primera en ser brutalizada. Mientras tanto, las víctimas 101 y 102 gritan y gimen a través de sus bocas fuertemente amordazadas. Los gemidos amordazados son acompañados por una música industrial de El Hemisferio Derecho. La víctima 100 es golpeada, se le cortan varios dedos y se le coloca una bolsa en la cabeza, que es pisoteada y pateada repetidamente. El asesino enmascarado manosea a la Víctima 100, le pisa el estómago, le arranca uno de los pezones de un mordisco, le mutila los genitales con un cuchillo de cocinero y procede a abrirla con el cuchillo. Antes de continuar, el asesino enmascarado le quita la mordaza a la Víctima 102 y la viola oralmente con el mismo cuchillo de cocina mientras se masturba. A continuación, le vuelve a poner la mordaza y arrastra a la Víctima 100 al baño. Con el asesino ya fuera de la vista, la Víctima 102 lanza desde el suelo cargado de basura un trozo de cristal, sujetado por los dedos de los pies, a sus manos atadas por detrás para empezar a cortar la cuerda que ata sus muñecas al respaldo de la silla. Al salir del cuarto de baño, el asesino se pone a trabajar con la estrella del porno (la víctima 101, interpretada por Silvia Paz). La golpea con un martillo, le arranca un ojo, la asfixia con una bolsa, le arranca los dientes delanteros con un cincel, la orina y la viola.

Mientras el asesino enmascarado desmonta a la Víctima 101 con una sierra, la periodista intenta desesperadamente liberar sus pies descalzos de las patas de la silla con las manos aún atadas. Un flashback revela que fue secuestrada cuando encontró fotografías ocultas en las que aparecía el crítico de cine practicando la necrofilia. (Se descubre que el crítico de cine y el asesino enmascarado son socios en sus fantasías enfermizas). Ya liberada de la silla, la periodista, aún con las muñecas atadas y amordazada, escapa del asesino enmascarado hacia el baño y consigue cerrar la puerta. Ahora... volviendo a la secuencia del baño del principio de la película, se muestra que la periodista descubrió a la víctima 100 en la ducha. La mujer sigue viva; algo que el asesino enmascarado rectifica cuando irrumpe en la habitación, y al principio golpea a la Víctima 102 con un martillo (aturdiéndola temporalmente), pero luego golpea a la Víctima 100 hasta matarla. El asesino enmascarado arrastra entonces a la periodista fuera de la habitación con un gancho que le empala el vientre, y cuando se dispone a matarla, ella rompe las cuerdas que le atan las manos con otro trozo de cristal en el suelo, coge un teléfono móvil y sale corriendo.

El móvil no funciona, así que la periodista intenta encontrar una salida mientras el asesino enmascarado la busca, machete en mano. La periodista se cuela por una ventana enrejada y es perseguida por el asesino enmascarado en el bosque, que la atrapa. Mientras la estrangula, la periodista coge una piedra, golpea al asesino enmascarado con ella y luego lo remata con el machete desechado. La periodista se aleja a trompicones y es recogida por un automovilista que pasa por allí.