Final de Se busca
(1997)
Final de Se busca (1997)
Título original: Most Wanted
Sinopsis
El sargento James Dunn es un héroe de la Guerra del Golfo que ha sido condenado a muerte por asesinar a otro oficial. Su única posibilidad de escapar de la silla eléctrica es aceptar una misión que le encomienda el teniente coronel Grant Casey: tendrá que colaborar en el asesinato de Donald Bickhart, un industrial corrupto que trafica con biotecnología letal.
David Hogan
Director
Keenen Ivory Wayans
Escritor
Paul Buckmaster
Compositor
Marc Reshovsky
Fotógrafo
Eric L. Gold
Productor
Reparto principal

Keenen Ivory Wayans

Jon Voight

Jill Hennessy

Paul Sorvino

Eric Roberts

Robert Culp
Como acaba Se busca
James Dunn (Wayans), un marine de los Estados Unidos que sirvió en la Guerra del Golfo, es acusado erróneamente del asesinato de un oficial con el que había discutido. Más tarde, Dunn se salva del corredor de la muerte y es reclutado para un escuadrón de operaciones especiales de alto secreto dirigido por el teniente coronel Grant Casey (Voight).
Su misión es neutralizar a los criminales que han evitado los métodos convencionales de aplicación de la ley. En su primera misión, Dunn descubre que su propósito es ser percibido falsamente como el hombre que asesinó a la primera dama. Pronto comienza la búsqueda de Dunn y de la doctora Victoria Constantini (Hennessy), que fue testigo de lo ocurrido y había grabado el incidente. Dunn la encuentra y ella se convierte en su aliada a regañadientes después de que le salvara la vida tras ser objetivo de los conspiradores, que volaron su casa. Son perseguidos por los militares, liderados por el general Adam Woodward, que en realidad se hacía pasar por el teniente coronel fallecido y forma parte de la conspiración. Durante la persecución, Dunn y Constantini empiezan a atar cabos sobre quién está detrás del asesinato, que también implica a Donald Bickhart (Culp), el jefe de su propia y poderosa empresa farmacéutica que está detrás de una vacuna experimental llamada CRC-13 que se utilizaba para experimentar con soldados de forma ilegal y que la primera dama estaba investigando y la razón por la que fue asesinada. Como cortina de humo, Bickhart pone una recompensa de 10 millones de dólares para cualquiera (tanto civil como policial) que pueda capturar a Dunn vivo o muerto.
Mientras tanto, Dunn encuentra un aliado de confianza en el jefe de la CIA Ken Rackmill (Sorvino), que sabe que Dunn es inocente y también sabe que alguien dentro de su organización está trabajando con los conspiradores que lo incriminaron en primer lugar. Dunn debe atravesar al propio Woodward y a su secuaz, el coronel Alan Braddock (Bodison), para sacar a la luz la verdad antes de que él y Victoria sean asesinados.