El atraco continúa sin problemas, hasta que resulta que Eddie (Raymond Franza) era un traidor: pretendía robar a todos el oro, incluyendo a Patti LoPresti (Cathy Moriarty) y Lou Rigazzi (Frank Gio), y quedárselo para sí mismo, estableciéndose así como un nuevo jefe. Esto enfurece al Dr. Sobel (Billy Crystal), y se levanta y le da una buena paliza a Eddie.

El resto de la pandilla de Paul (Robert DeNiro) reacciona y se defiende también contra los otros matones de Eddie. Todos están encerrados en el camión blindado robado, que es levantado en la grúa y dejado colgado para las autoridades.

La pandilla escapa en el autobús donde el oro estaba escondido. Sin embargo, Paul tiene conciencia de los problemas que este oro le traería tanto al FBI como a Rigazzi, que no dejaría de perseguirlo por ello. Así que decide incriminar a Rigazzi por ello. Se hace una llamada anónima, y el FBI confisca todo el alijo de las instalaciones de Rigazzi, y él y su equipo son arrestados.

Al final, Paul manifiesta que no se siente muy feliz por haber tirado 20 millones de dólares de esa manera, pero que fue bueno hacer lo correcto, aunque no renunciará a la única forma de vida que conoce. Él, Jelly (Joe Viterelli) y el Dr. Sobel se agradecen mutuamente por su apoyo, y se separan cantando una canción de "West Side Story".

La película termina, y luego se nos muestran algunos bloopers de filmación, junto con los créditos rodantes.