Un fotógrafo aficionado llega a la localidad costera de Potters Bluff para practicar su oficio. Una hermosa mujer se ofrece como modelo para él, pero cuando acepta su invitación para tener relaciones sexuales, una turba de gente del pueblo le golpea y le prende fuego. El hombre sobrevive al ataque, pero más tarde es asesinado por la mujer que se hace pasar por enfermera en el hospital.

Más visitantes son asesinados por la gente del pueblo. El sheriff Dan Gillis, ayudado por Dobbs, el excéntrico forense local, se esfuerza por descubrir el motivo de los asesinatos. Gillis se siente cada vez más desconcertado, ya que cada día se produce una muerte espeluznante. En cada caso, los asesinos fotografían a las víctimas mientras son asesinadas. Las investigaciones de Gillis se complican por el extraño comportamiento de su esposa, Janet.

Gillis atropella accidentalmente a alguien con su coche patrulla tras un ataque. En la parrilla de su coche, Gillis encuentra el brazo seccionado de la víctima del accidente, que le ataca y huye con el brazo. Tras el ataque, Gillis raspa algo de carne del vehículo y la lleva al médico local, que le dice que la muestra de tejido lleva muerta aproximadamente cuatro meses. Gillis empieza a sospechar de Dobbs y realiza una comprobación de antecedentes. Descubre que Dobbs fue anteriormente el patólogo jefe de Providence, Rhode Island, hasta que fue despedido diez años antes por realizar experimentos no autorizados en la morgue del condado.

Gillis se enfrenta a Dobbs, quien admite que ha desarrollado una técnica secreta para reanimar a los muertos, y que todos los habitantes del pueblo son cadáveres reanimados bajo su control. Dobbs se considera un "artista" que utiliza a sus reanimados para asesinar a los vivos con el fin de crear más cadáveres con los que crear arte. Incluso Janet es un cadáver reanimado. Cuando aparece en la oficina de Dobbs, Gillis le dispara y la hiere mortalmente, y luego dispara también a Dobbs. La sigue hasta el cementerio, donde ella le suplica que la entierre en una tumba abierta. Después de que él hace lo que ella le pide, el resto de la gente del pueblo viene a presentar sus respetos.

Gillis regresa a la oficina de Dobbs y descubre que éste ha utilizado su técnica en sí mismo. Dobbs le muestra a Gillis una película de Janet apuñalándolo hasta la muerte mientras la gente del pueblo y Dobbs observan. Mientras Gillis contempla sus propias manos en descomposición, Dobbs se ofrece a repararlas.