Y es una joven de 18 años que cursa el último año de instituto y cuya amiga Woori ha entablado correspondencia con J, un escultor de 38 años. Después de hablar con él por teléfono, se excita con el sonido de su voz y queda con él en un hotel del amor para tener su primer encuentro sexual en sus propios términos en lugar de perder su virginidad por violación como hicieron sus dos hermanas. Los dos tienen relaciones sexuales nada más entrar en el motel y proceden a practicar sexo anal y oral. En su siguiente encuentro, él le confía su interés por el sadomasoquismo y ella le permite golpearla en las nalgas antes de volver a tener sexo.

A medida que pasa el tiempo, tienen encuentros regulares en los que él la golpea cada vez con más intensidad, utilizando una gran variedad de instrumentos. Al principio, Y sólo sigue la corriente para hacer feliz a J, diciéndole a Woori que desea todo lo que él hace, pero finalmente se aficiona a que la golpeen. Cuando J visita a su mujer en París, su relación con ella se deteriora cuando le ruega que le pegue; ella se niega y la película revela que sus deseos sexuales han sido una tensión en su matrimonio durante años.

Tras una paliza inusualmente intensa, Y se enfada y J le ofrece que le pegue. Ella asume el papel dominante en la relación y acaban turnándose para golpearse mutuamente. El hermano de Y descubre el asunto y prende fuego a la casa de J. Y se corta el pelo y abandona la universidad y J se va de casa y pasan el resto de su relación viviendo en hoteles, teniendo sexo todas las noches, grabándose tatuajes en el interior de los muslos, renunciando al trabajo y rechazando a la sociedad. Cuando el hermano de Y muere en un accidente de moto y cuando J se queda sin dinero, Y deja a J a pesar de sus ruegos para que no lo haga. Finalmente, J se traslada a París para vivir con su mujer.

Años después, J recibe una llamada de Y, que hace escala en París de camino a Sudamérica para vivir con su hermana. Se encuentran por última vez en un hotel y ella se pone su antiguo uniforme escolar y le golpea con el mango de un pico, cumpliendo así una fantasía que él le expresó una vez. Tras el encuentro, no vuelven a verse. Cuando J le pregunta dónde se hizo el tatuaje, él miente.