Marco Silvestri es un capitán de petrolero que trabaja en el extranjero y ahora tiene poco contacto con su hermana, casada con su mejor amigo, Jacques, en París. Está divorciado y sus dos hijas viven con su madre en la Vendée.

Su hermana, Sandra, le pide que regrese tras el suicidio de su marido, lo que él hace, renunciando a su trabajo. Resulta que el negocio de fabricación de calzado femenino de Sandra y su marido, heredado del padre de Marco y Sandra (Marco les cedió su parte de la herencia), se enfrenta a la quiebra. Además, la hija menor de edad de Sandra, Justine, tiene un historial de drogas, alcohol y autolesiones y está en el hospital con lesiones internas por abusos sexuales y torturas. El médico se plantea una operación, pero Justine quiere abandonar el hospital. Sandra culpa a un importante acreedor extraoficial, Edouard Laporte, un acaudalado empresario, de la muerte de su marido, aunque Marco señala que la calidad del producto era mala, y se siente culpable por permitir que Laporte utilice a su hija como objeto sexual.

Marco se muda a un apartamento en el mismo bloque que Laporte, en una zona elegante, y tiene un romance con la esposa más joven de Laporte, Raphaëlle. Deja su piso sin amueblar y vende su reloj, su seguro de vida y su coche para pagar a los demás acreedores. Sandra le regala la pistola de su padre y le dice que la necesitará.

Sandra organiza una visita a un edificio de la finca que se utiliza para fiestas sexuales. Tras hacer un gran pago, el chulo y la prostituta que organizan las fiestas le dejan entrar y encuentra una mazorca ensangrentada. Agrede al encargado. Más tarde, dos hombres le atacan fuera de su apartamento. Intenta emboscar a Laporte, pero éste no aparece.

Justine huye del hospital. Sandra no quiere que la policía se involucre, pero más tarde encuentran a Justine deambulando desnuda. Se escapa de nuevo, escondiéndose con el encargado de la fiesta sexual y la prostituta. El gerente de la fiesta sexual vende a Marco imágenes de ella llegando al club sexual con Edouard y su padre. Más tarde, Justine choca su coche, matándolos y hiriéndose gravemente.

Al descubrir que Raphaëlle y Marco se acuestan juntos, Edouard la abandona, llevándose a su hijo pequeño, diciendo que no le importa el adulterio pero que no quiere que su hijo se relacione con Marco y su familia. Cuando regresa para recoger algunas cosas de su hijo, Marco intenta detenerlo. Marco es asesinado con su propia pistola por Raphaëlle. Sandra recibe por correo un vídeo que ve con el médico de Justine. Es una grabación de una fiesta sexual en la que participan Edouard, Justine, su padre y una prostituta. La cinta muestra a un Edouard completamente vestido mirando mientras el padre desnudo de Justine se cierne sobre ella, sosteniendo una mazorca de maíz.