Final de La nube
(2020)
Final de La nube (2020)
Título original: La Nuée
Sinopsis
A Virginie le resulta difícil conciliar su vida de agricultora con la de madre soltera. Para sacar a su familia adelante y evitar la quiebra de su granja, se entrega en cuerpo y alma a la cría de saltamontes comestibles. La vida es dura: las preocupaciones económicas y los problemas prácticos se amontonan, las tensiones con sus hijos y vecinos aumentan. Poco a poco, Virginie empieza a desarrollar un extraño vínculo obsesivo con sus saltamontes: ni sus hijos son capaces ya de reconocerla.
Just Philippot
Director
Franck Victor
Escritor
Vincent Cahay
Compositor
Romain Carcanade
Fotógrafo
Thierry Lounas
Productor
Reparto principal

Suliane Brahim

Sofian Khammes

Marie Narbonne

Raphael Romand

Nathalie Boyer

Victor Bonnel
Como acaba La nube
La nube es una película de terror francesa que sigue a Virginie (Suliane Brahim) y a su familia mientras intentan hacer de su granja de langostas una forma viable de mantenerse tras la muerte de su marido. Aparentemente por accidente, Virginie descubre que sus langostas prosperan con una dieta de sangre, por lo que hace todo lo posible para darles la nutrición que anhelan con consecuencias fatales.
Explicación del final de La nube de Netflix
Como probablemente puedas adivinar, dar a un enjambre de langostas la oportunidad de desarrollar el gusto por la sangre termina mal aquí. La hija de Virginie, Laura (Marie Narbonne), no está al tanto de las nuevas técnicas agrícolas de su madre, así que cuando hace el impactante descubrimiento en medio de la hora de la comida de las langostas, lo que sigue es una intervención montada por ella y el granjero vecino Karim (Sofian Khammes).
Cuando Virginie se niega a reconocer los problemas de sus métodos de alimentación del ganado, Karim toma medidas drásticas para quemar las vainas que albergan a sus preciadas langostas, lo que termina en un desastre ya que claramente no perecen todas en las llamas. A pesar de refugiarse en el interior de la casa, Karim encuentra su fin al ser devorado vivo por las plagas después de que éstas atraviesen las ventanas gracias a su gran número.
Laura se ve obligada a huir, pero con el enjambre hambriento de sangre, parece que es sólo cuestión de tiempo que la alcancen y la limpien de la misma manera que se haría con un muslo de pollo. Afortunadamente para Laura, su madre entra en razón y se da cuenta de que hay que alejar a las langostas de su hija para que sobreviva al enjambre. Por ello, se corta las manos y se cubre con su propia sangre, aparentemente sacrificándose al enjambre en un intento de salvar a su pequeña. Sin embargo, por algún milagro, las langostas pierden repentinamente su apetito y Virginie se reúne con su hija, sin que el ganado le haga más daño que antes de su pequeña intervención.