Concadalbero, Véneto: la joven maestra Mara llega al pequeño pueblo agrícola, de paso, a la espera de trasladarse a Brasil. Hermosa e inconformista, atrae la atención de muchos hombres del pueblo. Entre ellos está el joven Giovanni, un aspirante a periodista, que la ayuda a acceder a Internet.

Durante sus meses allí, Mara conoce a los habitantes del pueblo y mantiene una breve relación con Hassan, un mecánico tunecino perfectamente integrado en la comunidad. Mientras Giovanni escribe las primeras noticias locales, Mara es encontrada muerta. Hassan es acusado del asesinato y las pruebas lo incriminan. Giovanni, muy impresionado por la historia e incapaz de mantener la "justa distancia" de los hechos (como le recuerda su mentor Bencivegna), no investiga a fondo: encaprichado con Mara, como casi todos los del pueblo, había presenciado de hecho el breve romance entre la chica y Hassan, del que era amigo. Tiempo después, Hassan se suicida en su celda y deja una nota en la que se declara inocente.

La hermana del hombre entrega la nota a Giovanni, que ahora trabaja a tiempo completo en la redacción del periódico: el joven empieza a buscar pistas entre los documentos del juicio y pronto descubre que ha habido graves deficiencias por parte del abogado defensor (no se controlan las llamadas telefónicas, por ejemplo). Gracias a un amigo, rastrea las últimas llamadas recibidas por Mara, y descubre que una de ellas era de Guido, el conductor del autobús del pueblo. La noche del asesinato, tras su despedida de soltero, Guido había ido a ver a Mara y, tras intentar violarla, la había matado involuntariamente durante una pelea.

Desenmascarado por Giovanni, Guido confiesa y es encarcelado: mientras el joven se traslada a Milán para trabajar a tiempo completo como periodista, nos enteramos de que en la pequeña comunidad su acto, aunque tardío, no fue en absoluto apreciado.

El inocente Hassan era de hecho una coartada conveniente para todos, como lo había sido para el abogado que sólo aparentemente lo había defendido.