La película comienza con un par de manos tecleando en una máquina de escribir. Los habitantes de una ciudad sin nombre "en el año XX" han perdido la voz. La gente se comunica diciendo en voz alta palabras que se deletrean en el aire. La única persona que ha conservado el uso de su voz es La Voz, una cantante que trabaja para el único canal de televisión que se emite en la ciudad, dirigido por el Sr. TV, que desea a La Voz. La Voz lleva una capucha en la cabeza que oculta su rostro. Tiene un hijo llamado Tomás, un niño sin ojos que también tiene voz (aunque esto se mantiene en secreto). Tomás vive al lado de Ana, de la que un día se hace amigo después de que una carta dirigida a su casa sea entregada por error en la de ella.

Los padres de Ana están distanciados: él trabaja para Mr. TV como reparador de televisores y ella es enfermera en un hospital. Cuando Ana pierde un "hombre globo" propiedad del canal, su padre y su abuelo son despedidos del estudio. Pronto, el padre de Ana encuentra pruebas de que La Voz ha sido secuestrada y, junto con el hijo vengativo del Sr. TV, se proponen espiar al Sr. TV. El padre de Ana paga a su ex mujer para que les deje entrar en el hospital, donde el Sr. TV y su secuaz el Dr. Y (un científico cuya cabeza inferior ha sido sustituida por una pantalla de televisión que muestra una boca) someten a La Voz a una serie de experimentos. Planean utilizar el poder único de La Voz para someter finalmente a los habitantes de la ciudad. Sin embargo, el Dr. Y teoriza que una segunda voz podría contrarrestar el efecto de La Voz. El hijo indignado del Sr. TV sale de su escondite, es dominado, y luego encerrado, por los secuaces de su padre, mientras que el padre de Ana consigue escapar con la ayuda de su esposa.

La pareja reconciliada consigue rescatar a Ana y a Tomás de los esbirros del Sr. TV (dirigidos por un hombre enmascarado y malformado al que llaman "el hombre de las ratas") y reunirse con el abuelo. Como el Sr. TV va a emitir la voz de La Voz y así someter a todos los ciudadanos, tienen que emitir una segunda voz para contrarrestar el efecto. El abuelo sugiere utilizar una vieja emisora, La Aérea, abandonada en las afueras de la ciudad, en las montañas nevadas. Tomás, Ana y sus padres se enfundan en trajes hinchables (iguales a los de los "hombres globo") que les hacen flotar en el cielo. Justo cuando el abuelo termina de elevarlos, el Hombre de las Ratas y sus secuaces llegan y le disparan. La familia se ve entonces impulsada hacia las montañas.

Mientras tanto, el Sr. TV y el Dr. Y inician la transmisión durante un combate de boxeo. Los ciudadanos quedan hipnotizados y se quedan dormidos. Las palabras empiezan a salir de sus cuerpos: la máquina que les quitó la voz ahora les quita las palabras.

En "La antena", el hombre de las ratas y sus secuaces irrumpen en la estación y detienen la transmisión de Tomás. El padre de Ana y el Hombre de las Ratas se pelean por una pistola y tropiezan con una sala secreta de la estación que revela al director de La Antena, una joven encajada dentro de un orbe de cristal que supervisa la producción de la comida drogada que mantiene a los ciudadanos bajo el control del Sr. TV. El arma se dispara y mata al director de La Antena, que se convierte en una anciana tras morir, y Ana derriba al Hombre de las Ratas. De vuelta al laboratorio, la transmisión de Tomás provoca un ataque de asfixia al Dr. Y y es rematado por el Sr. TV.

Las transmisiones se contrarrestan y los ciudadanos se despiertan, ahora capaces de usar su voz (aunque sin poder hablar). Al final, la familia sale de La Antena, probando sus nuevas voces.