En Los Ángeles, dos bandas rivales se enfrentan entre sí: la Hyde Park Gang, liderada por El Chivo, y los East Side Gangsters, dirigidos por Armand Tucker. El policía de antivicio Max Ballister recibe una llamada que supone que es de su informante, Gary Morrison. Max sale de una cena romántica con su mujer y es asesinado a tiros. El enfadado padre de Max, Simon, un experto en artes marciales que se da a entender que es un ex-CIA, se traslada al barrio en el que murió Max y comienza a investigar. Su casera, Alice Park, que también regenta una licorería, le ayuda. Los demás no saben que el policía investigador, Frank Shaw, se ha asociado con Tucker.

Mientras Simon investiga, deja un rastro de gángsters golpeados y muertos. Gary le da a Simon una pista sobre El Chivo, que dirige la mayoría de los garitos que Max persigue. En su club privado, El Chivo sugiere que Tucker ordenó el golpe a Max. Un par de gángsters del lado este persiguen a Simon en coche, y Simon les hace chocar. Uno de los gángsters muere, y Simon interroga al otro, el hermano de Gary, Isaiah Morrison, quien dice que Tucker los envió. Isaiah habla con Tucker, y éste amenaza con matar a todos los que le importan a Isaiah a menos que mate a Simon. A la mañana siguiente, Simon salva a Gary de un grupo de racistas. Simon le pregunta si Isaiah fue el asesino de Max, pero Gary no responde. Cuando Gary se va, Simon le coloca un dispositivo de rastreo.

Simon sigue a Gary hasta un almacén y utiliza un equipo electrónico para escuchar su conversación, una reunión entre las bandas. Después de que Simon coloque más dispositivos de seguimiento, oye a Shaw y una repentina ráfaga de disparos. Cuando termina, la banda de Chivo está muerta a manos de policías corruptos al servicio de Shaw; Tucker y Shaw se llevan la droga y el dinero. Simon los sigue hasta otro almacén, entra y encuentra la cocaína. Los hombres de Tucker siguen a Simon hasta la licorería de Park, donde Simon tiene un apartamento. Utilizando su dispositivo de rastreo, Simon se da cuenta de que están fuera y le dice a Alice que se esconda. Cuando irrumpen, Simon los mata y acompaña a Alice al exterior entre más gánsteres, a los que mata. Tucker dispara a Simon y lo hiere, y luego logra escapar. Alice lleva a Simon a su primo, Winston, que trabaja en el centro médico de la USC.

Al día siguiente, Simon va a la casa de Isaiah y Gary, golpea a Isaiah y encuentra el arma homicida. Cuando Gary vuelve a casa, Simon le obliga a admitir que Shaw está detrás de todo, incluido el asesinato de Max. Gary explica que tenía miedo de hablar y que Shaw mató a Max porque fue testigo de un acuerdo entre Shaw y Tucker.

Más tarde, esa misma noche, Shaw y Tucker se reúnen con un traficante de drogas de Nueva York en un almacén. Mientras Simon llega y comienza a matar a los mafiosos, Shaw mata al traficante de Nueva York. Tras matar a todos los hombres de Tucker y Shaw, Simon se enfrenta a Shaw. Mientras Simon asfixia a Shaw hasta la muerte, Tucker entra con una pistola y observa a pesar de las órdenes de Shaw de abrir fuego.

Simon entonces desarma a Tucker y le apunta con el arma, pero deja que Tucker se vaya, diciendo que no tiene ningún problema con él. Simon le devuelve el arma y se va, ganándose el respeto de Tucker con su actitud fría.