En 1971, Carolyn (Lilli Taylor) y Roger (Ron Livingston) Perron se mudan con sus 5 hijas a una casa de campo en Rhode Island.

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Cosas espeluznantes comienzan a sucederle a la familia. Los relojes se detienen a las 3:07 diariamente, los fantasmas de un niño, una criada y una bruja acechan a la familia, enfocándose en sus miembros más débiles (La madre y dos de las hijas).

Después de semanas de eventos aterradores, Carolyn contacta con los investigadores paranormales, Ed (Patrick Wilson) y Lorraine (Vera Farmiga) Warren. Los Warren están de acuerdo en echar un vistazo a la casa asumiendo que, como la mayoría de los "sucesos", tienen explicaciones racionales. Sin embargo, al entrar en la casa, Lorraine (una clarividente) comienza a ver los espíritus malignos. Aceptan ayudar a los Perron recogiendo los datos necesarios para solicitar a la iglesia un exorcismo de la casa.

Al investigar la casa, descubren que hace mucho tiempo, la casa y los 200 acres en los que se asentaba eran propiedad de una bruja y su marido. La bruja dio a luz a un niño y una semana después asesinó al bebé en la sala de la casa, y luego se colgó de un árbol en el patio, jurando lealtad al diablo y terror a cualquiera que viva en su tierra. En los años transcurridos desde la muerte de las brujas, varias muertes extrañas han tenido lugar en la tierra, y todos los espíritus parecen estar dentro de la casa de los Perron.

La bruja posee a la Sra. Perron e intentó matar a dos de sus hijas. Los Warrens realizan un exorcismo para salvar a la familia y aparentemente liberar a la familia y la casa de los malos espíritus.