Johann (Andreas Lust) es un delincuente convicto y corredor de maratón que ha salido en libertad condicional de la cárcel por intento de robo a mano armada. Al salir de la cárcel, continúa inmediatamente con el robo de bancos, armado con una escopeta y disfrazado con una máscara. Entonces se muda a vivir con una joven trabajadora social y amiga, Erika (Franziska Weisz), y ambos pronto comienzan una relación. Johann gana varios maratones con tiempos récord y es felicitado por su agente de libertad condicional.

Sin embargo, tras cometer varios robos más, Erika empieza a sospechar de Johann. Tras encontrar el botín de Johann bajo su cama, le pide que se vaya, no sin antes decirle que el cambio es posible. Tras semanas en las que Johann no se pone en contacto con su agente de la condicional, éste se presenta tras un maratón para hablar con Johann. El agente expresa su preocupación por el hecho de que Johann no se mantenga en contacto ni coopere con él. Tras presionar a Johann para que hable con él, éste se enfurece y mata a golpes a su agente de la condicional con su trofeo.

Tras un último encuentro con Erika, Johann es detenido por la policía en la habitación del hotel donde había guardado su dinero, tras ser entregado por una desconsolada Erika. Tras entregarle una confesión para que la firme, Johann se escapa de la cárcel por una ventana y lleva a la policía a una persecución a pie por todo el país. Se refugia en la casa de un anciano, y durante el proceso de atarlo, el anciano saca una navaja oculta y apuñala profundamente a Johann. Johann coge el coche del anciano y conduce hasta que se da cuenta de que le sigue un helicóptero, tras lo cual cambia de coche con unos automovilistas en un área de descanso, y aparentemente evade a la policía. Mientras sigue conduciendo, Johann empieza a perder el conocimiento y se da cuenta de la gravedad de su herida. Se detiene, moribundo, y llama a Erika, pidiéndole que se quede al teléfono. Finalmente, su respiración se ralentiza, se detiene y muere.