Michael y Madison Roland tienen un matrimonio aparentemente perfecto y celebran su primer aniversario de boda. Madison dice que quiere que formen una familia, pero Michael se irrita porque no quiere formar una familia. Michael visita la tumba de su madre y habla con su lápida, se revela que su madre y su padre murieron el mismo año, y más tarde se sabe que murieron en un asesinato-suicidio.

Michael se alegra cuando Madison deja su trabajo para convertirse en esposa a tiempo completo. Madison encuentra un vial de testosterona con esteroides que Michael ha estado tomando para no dejarla embarazada. Ella se enfrenta a él, discuten y él la abofetea, tirándola al suelo. En otra noche, Michael la acusa de saber que le gusta a su colega, ella lo niega y él acaba violando a Madison después de enfadarse irracionalmente con ella durante una fiesta en la oficina.

Más tarde, Madison muestra emocionada a su amiga, Chelsea, un test de embarazo positivo. Cuatro meses más tarde, Madison consigue en secreto un trabajo con Chelsea y le confiesa que Michael ha cuestionado la paternidad del bebé y ha sido abusivo. Horrorizada, Chelsea intenta que Madison acuda a la policía, pero Madison se niega e intenta racionalizar la situación. Una noche, Michael y Madison vuelven a casa después de cenar, y él, molesto porque ella no habla, se detiene. Ella sale del coche y le dice a Michael que va a llamar a un Uber, pero él la obliga a volver al coche diciéndole que no vivirá sin ella.

El maltrato continúa y Madison no puede ocultar los moratones en el trabajo. Chelsea informa de lo sucedido a la policía y empieza a buscar opciones para Madison. Madison, embarazada de seis meses, prepara una maleta para ir a casa de Chelsea y consigue escapar de Michael cuando le ataca rompiéndole un jarrón en la cabeza, pero destroza el vehículo poco después de huir. El falso médico le dice a Michael que ella murió durante la operación y que el bebé tampoco pudo salvarse.

Madison sigue viva y, en un flashback, se muestra cómo Chelsea la ayudó a montar el accidente y la muerte para alejarse de Michael. El médico del hospital era un actor contratado y Madison suscribió una póliza de seguro de vida, haciendo beneficiaria a Chelsea para financiar su nueva vida. Madison se traslada, consigue un trabajo de camarera y utiliza un nombre falso, Kate Smith. Madison conoce a su vecino de al lado, Alex Stone, viudo, y a su hija de seis años, Rachel Stone, y él la invita a comer tarta, y congenian. Madison y Alex estrechan sus lazos, ya que él la ayuda a prepararse para el nacimiento de su hijo. Alex empieza a sospechar que no todo es lo que parece, y ella le cuenta la verdad sobre su vida.

Michael se entera de que Madison sigue viva cuando recibe una llamada del trabajo de Madison para informarle de que no ha cobrado su última nómina. A través de la llamada, Michael también descubre que no hay ningún registro de su muerte. Michael le pide a Rob que empiece a investigar y va a ver a Chelsea, dándose cuenta de que ella estaba implicada. Madison tiene a su bebé y lo llama «Peace». En otro lugar, Chelsea sale del hospital y Michael aparece y la obliga a conducir hasta la casa de Madison a punta de pistola.

Alex lleva a Madison y a Peace a casa desde el hospital. Michael se cuela en la casa mientras Madison se ducha. Muestra signos de que está allí y cuando Madison sube corriendo las escaleras después de apagar su canción, para su consternación y horror, Michael sostiene al bebé Peace mientras Madison (Kate) le ruega que lo deje. Poco después, Alex se acerca y Michael amenaza con matarlo si Madison actúa de forma extraña para avisarle. Ella mantiene la compostura, pero Alex se da cuenta de que algo va mal, irrumpe por la puerta y se pelea a puñetazos con Michael. Michael estrangula a Alex, pero Madison convence a Michael de que no le mate, fingiendo que se ha reconciliado con él, y le clava un cuchillo en el costado. Pide ayuda y consigue hacerse con la pistola que Michael tenía y lo mata en defensa propia.