Freddy Gale lleva cinco años atormentado por la muerte de su hija Emily. Antes era un marido y un padre devoto, pero ahora es un alcohólico que se pasa las noches en clubes de striptease y acostándose con prostitutas. Ahora el conductor ebrio que la mató, John Booth, sale de la cárcel. Freddy revela inmediatamente a su ex mujer Mary que va a matar a Booth. Ella le ruega que no lo haga y se enzarzan en un altercado que acaba con su nuevo marido echándole de casa.

John Booth vive ahora en una caravana a las afueras de la casa de sus padres y se limita a planear su vida, aunque le persigan los remordimientos por haber matado a Emily. Por la noche, Freddy llega a la residencia de los Booth, armado con una pistola. Irrumpe torpemente en la caravana intentando disparar, pero ha olvidado cargar un cargador. John le dice tranquilamente que no llamará a la policía y que dejará que Freddy lo mate, pero le pide un tiempo para saborear su libertad. Freddy acepta y le da a John tres días de vida.

John intenta vivir su vida lo mejor posible antes de que llegue el tercer día. Conoce a una artista llamada JoJo en la fiesta de un amigo y tiene un breve romance con ella antes de que se dé cuenta de que no puede dejar de lado el error que cometió. Le revela que cuando atropelló a Emily, acudió a su lado mientras ella moría y le pidió perdón por "no haber mirado a ambos lados". John va a la tumba de Emily y deja flores, pero se va cuando ve a Mary allí.

Al tercer día, Freddy llama a Mary y rompe a llorar mientras le cuenta una terrible pesadilla que ha tenido. En la pesadilla, está conduciendo por la escuela de su hija y se detiene en un paso de peatones donde los niños (incluida una Emily viva) esperan. Ve que John Booth es el guardia del cruce. Freddy se ve a sí mismo atropellando a todos los niños, incluso a Emily. Se encuentran en una cafetería y Mary le dice que no puede ayudarle; Freddy se enfurece y la maldice. Después de que Mary se va, Freddy se emborracha y empieza a conducir hacia la casa de John. John le espera en su caravana. La policía detiene a Freddy de camino a la casa y lo arresta por conducir ebrio. Sin embargo, antes de que la policía pueda detenerlo, Freddy coge su pistola y huye. Entra en una casa y se esconde en la habitación de una niña. La niña guía a la policía y Freddy le da las gracias y se va.

Freddy llega a la caravana de John y espera antes de entrar. John salta bruscamente desde una esquina con un rifle en la mano. Freddy le dice que como está huyendo, en su propiedad, y armado, John debería poder salirse con la suya y matarlo. Se produce un enfrentamiento en el que se apuntan mutuamente. Sin embargo, John deja caer su rifle y huye; Freddy le sigue. Tras una larga persecución por la ciudad, Freddy sorprende a John subido a una valla y le dispara. Sin embargo, John sólo resulta herido superficialmente y continúa corriendo. Freddy le sigue, hasta que se da cuenta de que John le ha llevado al cementerio donde está enterrada Emily. John habla en silencio a la tumba y finalmente dice "Tu papá viene". Freddy le entrega a John su pistola y llora sobre la tumba, disculpándose con su hija. John toma la mano de Freddy mientras sale el sol.