Keith Michaels es un guionista divorciado y deprimido cuya única obra de éxito fue Paradise Misplaced, que ganó el premio al mejor guión hace quince años. Desempleado y sin fondos tras un largo periodo de lanzamientos infructuosos, acepta a regañadientes un trabajo como profesor de guiones en la Universidad de Binghamton, al norte del estado de Nueva York.

A su llegada, Keith enfurece a su compañera de cátedra Mary Weldon con comentarios despectivos sobre Jane Austen y otros comportamientos misóginos; también entabla una relación poco ética con una joven estudiante, Karen Gabney, que termina rápidamente. Keith tampoco cree en el concepto de la enseñanza y desprecia su trabajo, como lo demuestra el hecho de que seleccione a la mayoría de las alumnas para su clase basándose únicamente en su aspecto y que luego despida a la clase durante un mes.

Tras ser cuestionado públicamente por una indignada Karen sobre su competencia, Keith empieza a dedicar más tiempo y esfuerzo a entrenar a sus alumnos y a ayudarles a descubrir su pasión y a mejorar su escritura; encuentra un gran potencial en Clem Ronson, un tímido y torpe empollón, cuyo guión no tarda en despertar el interés de la agente de Keith, Elle. Keith también entabla una amistad con la estudiante madura Holly Carpenter, una madre soltera de dos hijos que mantiene una relación estable pero poco cariñosa. Los dos discrepan a menudo en sus perspectivas de la vida, donde Keith cree que nada salvará su fracasada carrera ni arreglará su relación con su distanciado hijo Alex, mientras que Holly mantiene una visión optimista de la vida y cree que con esfuerzo se pueden desarrollar los talentos y resolver los problemas. A pesar de sus diferencias, Keith encuentra luz en los consejos de Holly y da el primer paso para contactar con Alex.

Sin embargo, los problemas de Keith se agravan cuando su borrador para Paraíso Perdido II es rechazado y se enfrenta a la expulsión de la escuela después de que se descubra su efímera relación con Karen. Frustrado, Keith discute con Holly y decide abandonar la escuela. Como último gesto de despedida, acompaña a Clem a Manhattan para reunirse con productores de cine de Hollywood. A mitad de la reunión, Keith tiene una epifanía sobre cómo ha ayudado a sus alumnos y, dejando a un Clem recién confiado para que retome la reunión por sí mismo, se dirige de nuevo a Binghamton para salvar su trabajo, lo que consigue con una sincera disculpa al profesor Weldon. En una revelación de sus renovadas prioridades, Keith expresa su admiración por la determinación de Holly en la vida y ambos confiesan su amor mutuo. También rechaza la invitación de Elle para volver a Hollywood, ya que ha decidido quedarse en Binghamton para enseñar y escribir un guión basado en su experiencia allí; y le dice a Elle que no llame en horas de clase.

Keith es recibido calurosamente por sus alumnos y se disculpa con Karen. La película finaliza con el teléfono de Keith en el que aparece un mensaje de voz de Alex.