Final de Antikörper, el ángel de la oscuridad
(2005)
Final de Antikörper, el ángel de la oscuridad (2005)
Título original: Antikörper
Sinopsis
Un peligroso asesino en serie es atrapado después de un violento enfrentamiento con la policía. Pero todavía está sin resolver el crimen de una joven. ¿Ha sido también obra suya o es él la llave para atrapar al responsable? Se inicia así un extraño juego entre la policía y el asesino.
Christian Alvart
Director
Michl Britsch
Compositor
Hagen Bogdanski
Fotógrafo
Theo Baltz
Productor
Reparto principal

Wotan Wilke Möhring

André Hennicke

Heinz Hoenig

Norman Reedus

Ulrike Krumbiegel

Nina Proll
Como acaba Antikörper, el ángel de la oscuridad
Un policía rural Michael Martens (Wotan Wilke Möhring) interroga a un asesino en serie admitido, Gabriel Engel (André Hennicke), sobre el asesinato de una joven en su pueblo. Engel, que sólo ha matado a niños, dice que sabe quién mató a la niña, Lucía. Empieza a jugar con el policía y le hace enfrentarse a su lado oscuro.
Engel finalmente toma posición y hace que le saquen su diario de contrabando, pero no sin antes decirle a Martens que su propio hijo Christian es el asesino de Lucía. Enviado al límite, Martens se dirige a casa para matar a su hijo, fingiendo que lo lleva a cazar para su cumpleaños. Engel, mientras tanto sucumbe a la posición y muere.
Sin embargo, Seiler (Heinz Hoenig), un policía con el que Martens trabajaba, descubre a un técnico que contrabandeó la posición de Engel y pasó de contrabando el diario a una editorial por dinero. Seiler lo lee y descubre que Engel mató a Lucía y limpió el ADN de Christian en sus bragas. Haciendo creer a Martens que su propio hijo es un asesino (y atribuyendo el crimen del asesinato de Lucía a Christian), Engel había encontrado una manera de matar desde la tumba. Seiler corre a advertir a Martens.
Martens se prepara para matar a su hijo, y posiblemente a sí mismo, sintiendo que le ha fallado a su familia. Sin embargo, un grupo de ciervos los rodea repentinamente a ambos, deteniéndolo. Un helicóptero con Seiler y la esposa de Martens llega con la verdad y le impide hacerse daño a sí mismo o a Christian. Martens abraza con lágrimas en los ojos a su esposa e hijo, horrorizado de haber estado tan cerca de hacer lo impensable.